jueves, 20 de noviembre de 2014

Nuestra hora de dar amor



Cuidando de nuestros padres
 


Siempre es bueno recordar las veces que cuando niño necesitábamos de un abrazo, un beso o cuando estando enfermos nos sentíamos protegidos al ver a nuestros padres velando por nosotros y calmando nuestros miedos; ahora que ya somos adultos  y tenemos la dicha tener a nuestros padres vivos, es deber de todo hijo corresponder esos años de dedicación y amor que nos brindaron; dándoles protección, compañía y cuidados.

Cabe recalcar que cuidar con paciencia y amor a nuestros padres, nos brinda sentimientos de autosatisfacción y de respeto hacia nosotros mismos ya que estamos cumpliendo una responsabilidad que como hijos tenemos.

En la actualidad el aumento de la expectativa de vida, ha influenciado en las poblaciones, puesto que se está convirtiendo en un aspecto normal de la vida madura, el cuidar de  nuestros padres.


Como los padres viven más, existe más probabilidades de hacerse dependientes de los   hijos; sin embargo si el adulto mayor está casado, el cuidado lo proporciona la pareja, pero si esto no ocurre, mayormente el cuidado recae en lo hijos y sobre todo en las hijas, ellas cumplen un papel muy importante en el cuidado de sus padres.

En el cuidado del adulto mayor dependiente existe un sistema de apoyo “jerárquico compensatorio”, ya que la jerarquía del cuidado va desde los cónyuges, los hijos, familiares directos, los vecinos hasta llegar finalmente a las asistencias o instituciones oficiales. 

Cabe recalcar que cuando los hijos son quienes cuidan a los padres, se crea una relación de beneficio para los adultos mayores, ya que ellos se sienten protegidos adultos proporcionas tres tipos de apoyo: 

·      Apoyo emocional: cuando interactúan socialmente con ellos, los animan cuando están deprimidos, escuchan sus preocupaciones o miedos.
·    Servicios directos: al llevarlos de compras, al sus citas médicas, llevar las cuentas, bañarlos, prepararles los alimentos, darles sus medicinas.
·      Mediadores: se da entre los ancianos y los sistemas de apoyo oficial; en trámites  burocráticos, trámites bancarios o de pensión.




 Referencias :
      Psicología de la edad adulta y la vejez  : Warner Schaie K. / Willis Sherry L. (2006) 









1 comentario:

  1. Así es, existe un cierto grado de dependencia por parte de los padres cuando llegan a la vejez y es mucho mayor si se supera la expectativa de vida. Sin embargo, lamentablemente, existen casos en los cuales muchos hijos no retribuyen todo el cuidado que recibieron por parte de los padres, puede que tal vez se sientan obligados a cuidar de ellos pero, al no hacerlo por "voluntad" propia sino por hacer lo que la sociedad espera que hagan, es que existen casos de maltrato a los adultos mayores, es en ese sentido que considero preocupante que no exista una adecuada promoción de cuidados al adulto mayor en la mayoría de la población y que las pocas casas hogar que existen no cuenten con los recursos ni personal adecuado para el cuidado de los adultos mayores.
    Joshelyn Aliaga

    ResponderEliminar